martes, 31 de enero de 2012

XXVI

Despertar y morir
de felicidad de soñarte,
y morir de tristeza
de sólo soñarte,
de, solo, soñarte.

XXV

Y si no sé qué hacer cuando sube la marea,
y si la jungla me invade
y los toros se desbocan donde antes acechaban leones,
y si me quemo por no reírme
cuando la clara brisa golpea mi cara,
y si muero por dentro,
y me ahogo,
y me quedo sin aire,
y me hundo en el mar
cuando me arrojas de la barca,
y si vuelo cuando me estrechas la mano
para izarme de nuevo a tierra...