jueves, 1 de marzo de 2012

XXX

Llega a explotar la granada,
la sevilla o la valencia,
la naranja y el carmín lejano
como las estrellas.

(Estiro la mano y logro tocar la luna,
pero no llego a la cima del campanario
donde, a la luz de la noche, se alza una flor...)

Allí se alza,
el tibio clavel,
tus labios
de estrellas más lejanas que la luna,
(a la luz de la luna...)
a la luz de las nubes rosas y el atardecer,
cogido de la mano del vano murciélago de los deseos,
entre calma, tranquilidad y sábanas,
quisiera verte amanecer,
desnuda y enredada en mis sueños,
entre mis brazos.