miércoles, 26 de septiembre de 2012

XLVII

Con lágrimas de nubes y frías calles
golpea Septiembre mi cuerpo frío
torturando, gota a gota, mi pecho,
empapándome la soledad de flores blancas.
Me siento estúpido bajo la lluvia,
perdido en mi literatura perdida,
con Neruda bajo los ojos húmedos
y mi tinta buscando en el papel –ingenua–,
aquel alma de azucenas que acaricia mi alma ingenua.
Mas la siento lentamente alejarse
y la dejo ir sin despedirla
pensando, estúpido e ingenuo, que no la necesito,
y me interno en un desierto gris y lluvioso
para después volver corriendo a su ribera
necesitado del agua clara de su sonrisa.
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XLVI

Granos de luz amarilla impactando en tu frente
como ladrillos verdes en primavera.
Flores, rosas, bajo la tililante luz,
liviana y litúrgica,
bajo losas blancas enredadas en el cemento.