Sigo los pasos de tus pies,
caminando mojados y desnudos sobre la hierba,
enredados en el verde y el rocío.
Y tu cuerpo,
tu cuerpo de algodón y de lana,
tu cuerpo de pan y de harina,
tu cuerpo de viento del sur y de nubes,
tu cuerpo de tacto suave de temible felino,
tu cuerpo de olor a belén y a luces de colores
se me escapa entre los dedos
como una ducha de agua fría.
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